Hace un par de semanas, el universo Marvel fue sorprendido por la muerte de unos de sus personajes principales. Steve Rogers (1941-2007), mejor conocido como el Capitán América, fue asesinado a la entrada de un juzgado federal. Enfrentando un juicio por oponerse a una ley gubernamental que buscaba enlistar a todos los meta humanos (superhéroes o villanos con superpoderes). El Capitán encontró la muerte antes de confrontar las leyes.
El Cap, como era conocido entre sus compañeros y amigos, fue uno de los grandes héroes del universo de los comics de la casa editorial Marvel. Icono de lo que la sociedad norteamericana considera sus ideales máximos: Libertad y Democracia. A través de siete décadas, el Capitán América luchó contra todos los enemigos norteamericanos conocidos. Surgido en 1941, en pleno apogeo de la lucha contra el nazismo, el Capitán representaba la filosofía y la posición norteamericana contra Hitler y su Alemania. Utilizado para elevar la moral de la sociedad y reclutar jóvenes para los cuerpos armados, el Capitán América se enfrascó en una lucha ficticia contra el nazismo bajo la bandera de la democracia y la libertad.
Acabada la Segunda Guerra Mundial y comenzada la Guerra Fría, el Cap se aplicó a otro lucha, ahora contra el Comunismo. Otra vez el Capitán representaba la sociedad norteamericana en su pelea contra un nuevo enemigo mortal, y una vez más junto a Estados Unidos (gracias a la caída del Muro de Berlin y el colapso soviético a principios de los noventas) saldrían victoriosos. Vencido el Comunismo, el Capitán América no encontró un nuevo enemigo que hiciera coherente su existencia, y a principios del nuevo siglo su presencia se hacía irrelevante.
Las autoridades de Marvel señalan que los comics buscan ir lo más posible de acuerdo a la realidad mundial, pero sobre todo a la realidad norteamericana. Después del 11-S, el gobierno norteamericano ha peleado una guerra con un enemigo difícil de detectar, la famosa Guerra Contra el Terrorismo. En esta lucha, la administración de George Bush pasó la llamada Ley Patriótica que permite, entre otras cosas, interferir llamadas y vigilar y arrestar a cualquier sospechoso de terrorismo sin los procedimientos legales requeridos por la misma Constitución estadounidense. Una ley que muchos de sus detractores encuentran opuesta a las garantías individuales que tanto han enarbolado la sociedad y cultura norteamericana.
Actualmente, el universo Marvel se encuentra hundido en lo que se ha llamado como la Guerra Civil. Todo comenzó, a grandes rasgos, con un acontecimiento similar al 11-S, uno de los tantos villanos mató a miles de inocentes cuando se encontraba en una batalla contra algunos de los tantos héroes. Para evitar un suceso similar, el gobierno norteamericano lanzó una ley (similar a la Ley Patriótica) que buscaba registrar a todos las personas con superpoderes. El Capitán América encontró en dicha ley rasgos que iban contra las garantías individuales que él tanto defendió y, junto a un grupo reducido de héroes, se enfrentó al gobierno y otros héroes encabezados por Ironman. De ahí nace la Guerra Civil en la cual se encuentran enfrascados en la actualidad los personajes de Marvel.
Todo esto es importante ya que el Capitán América, garante de los ideales norteamericanos, hoy ya no tenía relevancia, es decir, las convicciones norteamericanos del siglo XX (acentuados por el triunfo en la Segunda Guerra y recalcados en la personalidad del Capitán América) han cambiado tanto al grado que uno de los grandes emblemas de la cultura popular norteamericana ya no tenía razón de ser.
Las justificaciones de la política bélica de George Bush no son las mismas a las que esbozaban sus similares en el silgo pasado cuando luchaban contra el nazismo y el comunismo. La sociedad norteamericana ha cambiado y sus creencias expresadas desde sus inicios con el Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe ya no son las mismas. Han perdido la brújula política, y un personaje como el Capitán América carente de cualquier tipo de coherencia en a la actualidad no tenía otro destino que la muerte.
Se dice que en cualquier momento surgirá un nuevo Capitán América. Seguro llevará impregnado la nueva filosofía norteamericana. Será un nuevo personaje que representara la actualidad de Estados Unidos, un héroe que luchará contra el enemigo fantasma del terrorismo, un Protestante que encontrará en los Musulmanes a sus enemigos más mortales y que seguramente también buscará eliminar del juego a trabajadores ilegales. No duden que lo veamos edificar un muro fronterizo, pelear contra cárteles de narcotraficantes y darse tiempo de defender lo que acontece en la prisión de Guantánamo.
Pero con los constantes cambios mundiales, el hasta ahora fracaso en Irak y la inminente derrota electoral de los Republicanos en 2008, me pregunto ¿Cuánto tiempo vivirá este nuevo Capitán América antes de ser nuevamente irrelevante?
Carlos
El Cap, como era conocido entre sus compañeros y amigos, fue uno de los grandes héroes del universo de los comics de la casa editorial Marvel. Icono de lo que la sociedad norteamericana considera sus ideales máximos: Libertad y Democracia. A través de siete décadas, el Capitán América luchó contra todos los enemigos norteamericanos conocidos. Surgido en 1941, en pleno apogeo de la lucha contra el nazismo, el Capitán representaba la filosofía y la posición norteamericana contra Hitler y su Alemania. Utilizado para elevar la moral de la sociedad y reclutar jóvenes para los cuerpos armados, el Capitán América se enfrascó en una lucha ficticia contra el nazismo bajo la bandera de la democracia y la libertad.
Acabada la Segunda Guerra Mundial y comenzada la Guerra Fría, el Cap se aplicó a otro lucha, ahora contra el Comunismo. Otra vez el Capitán representaba la sociedad norteamericana en su pelea contra un nuevo enemigo mortal, y una vez más junto a Estados Unidos (gracias a la caída del Muro de Berlin y el colapso soviético a principios de los noventas) saldrían victoriosos. Vencido el Comunismo, el Capitán América no encontró un nuevo enemigo que hiciera coherente su existencia, y a principios del nuevo siglo su presencia se hacía irrelevante.
Las autoridades de Marvel señalan que los comics buscan ir lo más posible de acuerdo a la realidad mundial, pero sobre todo a la realidad norteamericana. Después del 11-S, el gobierno norteamericano ha peleado una guerra con un enemigo difícil de detectar, la famosa Guerra Contra el Terrorismo. En esta lucha, la administración de George Bush pasó la llamada Ley Patriótica que permite, entre otras cosas, interferir llamadas y vigilar y arrestar a cualquier sospechoso de terrorismo sin los procedimientos legales requeridos por la misma Constitución estadounidense. Una ley que muchos de sus detractores encuentran opuesta a las garantías individuales que tanto han enarbolado la sociedad y cultura norteamericana.
Actualmente, el universo Marvel se encuentra hundido en lo que se ha llamado como la Guerra Civil. Todo comenzó, a grandes rasgos, con un acontecimiento similar al 11-S, uno de los tantos villanos mató a miles de inocentes cuando se encontraba en una batalla contra algunos de los tantos héroes. Para evitar un suceso similar, el gobierno norteamericano lanzó una ley (similar a la Ley Patriótica) que buscaba registrar a todos las personas con superpoderes. El Capitán América encontró en dicha ley rasgos que iban contra las garantías individuales que él tanto defendió y, junto a un grupo reducido de héroes, se enfrentó al gobierno y otros héroes encabezados por Ironman. De ahí nace la Guerra Civil en la cual se encuentran enfrascados en la actualidad los personajes de Marvel.
Todo esto es importante ya que el Capitán América, garante de los ideales norteamericanos, hoy ya no tenía relevancia, es decir, las convicciones norteamericanos del siglo XX (acentuados por el triunfo en la Segunda Guerra y recalcados en la personalidad del Capitán América) han cambiado tanto al grado que uno de los grandes emblemas de la cultura popular norteamericana ya no tenía razón de ser.
Las justificaciones de la política bélica de George Bush no son las mismas a las que esbozaban sus similares en el silgo pasado cuando luchaban contra el nazismo y el comunismo. La sociedad norteamericana ha cambiado y sus creencias expresadas desde sus inicios con el Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe ya no son las mismas. Han perdido la brújula política, y un personaje como el Capitán América carente de cualquier tipo de coherencia en a la actualidad no tenía otro destino que la muerte.
Se dice que en cualquier momento surgirá un nuevo Capitán América. Seguro llevará impregnado la nueva filosofía norteamericana. Será un nuevo personaje que representara la actualidad de Estados Unidos, un héroe que luchará contra el enemigo fantasma del terrorismo, un Protestante que encontrará en los Musulmanes a sus enemigos más mortales y que seguramente también buscará eliminar del juego a trabajadores ilegales. No duden que lo veamos edificar un muro fronterizo, pelear contra cárteles de narcotraficantes y darse tiempo de defender lo que acontece en la prisión de Guantánamo.
Pero con los constantes cambios mundiales, el hasta ahora fracaso en Irak y la inminente derrota electoral de los Republicanos en 2008, me pregunto ¿Cuánto tiempo vivirá este nuevo Capitán América antes de ser nuevamente irrelevante?
Carlos